martes, 14 de mayo de 2019

Diplomatura en Alimentación y Suplementación para la Actividad Física y Deportiva



Informes e inscripción:
Horario: 09.00 - 17.00
Tel. 1147203565 - Cel. 1123031325

PCyT




viernes, 26 de abril de 2019

Diplomatura en Alimentación y Suplementación para la Actividad Física y Deportiva



Instituto Universitario River Plate Extensión Universitaria
Con la colaboración del Parque Científico y Tecnológico de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (PCyT FAUBA)

Presentación charla informativa gratuita

Diplomatura en Alimentación y Suplementación para la Actividad Física y Deportiva

Fecha de la Presentación :  9 de mayo de 2019 a las 18:00

Sede: Instituto Universitario River Plate - Avenida Figueroa Alcorta 7597, CABA

Enviár Nombre, Apellido, DNI , profesión o cargo via promocionpcyt@agro.uba.ar

Fecha de inicio de la diplomatura: viernes 7 de junio de 2019

Presentarán la diplomatura:

Lic. Marcela Denatale

Responsable del Instituto de Extensión Universitaria y del Área de Comunicación Institucional

Lic. Alessandro Piovesana

Coordinador del Parque Científico y Tecnológico de la FAUBA

Docentes de la diplomatura que disertarán durante la presentación:

Dr. Daniel Kelly

Director y profesor adjunto de Prácticas en el Programa de Gestión de la Industria Deportiva en la Universidad de Georgetown desde 2016.

Se desempeñó como profesor asociado y director de Gestión Deportiva en el Wilmington College. Enseñó durante seis años en la Universidad de Sales.

Posee un doctorado en Dirección de Deportes de la Universidad Estatal de Ohio en Columbus, una maestría en Estudios del Deporte y una licenciatura en Administración de Empresas por la Farmer School Of Business, Universidad de Miami, Oxford.

Lic. María Fernanda Garat

Licenciada en Nutrición de la Universidad de Buenos Aires (1998-2002), M.N. 3652.

Diploma de Honor en la Facultad de Medicina.

Medalla de oro en la Escuela de Nutrición de la UBA.

Es antropometrista Nivel II ISAK (2010).

Cuenta con una especialización en Gerontología Comunitaria e Institucional (2012-2015), Universidad Nacional de Mar del Plata, Ministerio de Desarrollo Social.

En el Club Atlético Vélez Sarsfield, es responsable de la nutrición del plantel de fútbol y se desempeña en el departamento médico, donde también atiende a deportistas de otras disciplinas.

Es Lic. en Nutrición del Equipo de Medicina del Deporte en Obra Social Luis Pasteur.

Posee un consultorio de nutrición deportiva particular. Realiza evaluaciones antropométricas y planes personalizados para deportistas amateurs y profesionales.

Atención en Box de Crossfit.

Dr. JUAN MATIAS BARREIRO

Abogado de la Universidad de Belgrano, especializado en Gestión de la Salud y Liderazgo en la Harvard Business School, en los EE.UU. Fundador Presidente de FUSADE (Fundación Salud, Deportes y Educación).

Director Comercial y de Asuntos Institucionales del Sanatorio Colegiales de Buenos Aires, institución de salud de alta complejidad para adultos.

Miembro del Directorio y accionista (hijo del fundador). Director Comercial (y accionista/miembro del Directorio) de la empresa de medicina prepaga COBERMED

Gerente General de Ionic S.A., proveedora de diagnósticos por imágenes para el Sanatorio Colegiales.


Intercambio de consultas e información con los asistentes.

Refrigerio de cierre del lanzamiento.

Diplomaturas IURP - PCyT



martes, 19 de marzo de 2019

Desechos de zanahoria - Crean biocombustibles y suplementos dietarios


Lic. Daniel Cardell, Dr. Juan C.Yori, Dra. Debora Manuale, Dr. Gerardo Torres y Lic. José Molli. 
Foto: Alberto Perezlindo CONICET Santa Fe.

La planta piloto de aprovechamiento de desechos de esta hortaliza está en Santa Fe y fue motorizada por investigadores del CONICET y la UNL junto a una empresa local.

De cada diez mil kilos de zanahoria que se producen en Santa Fe, cuatro mil terminaban como desechos.

El voluminoso descarte de la producción de zanahorias generaba, entre otros problemas ambientales, malos olores, proliferación de roedores y degradación de los suelos.

Todo eso sucedía hasta que en el año 2013, desde la empresa “Val Mar” -dedicada al lavado y empaque de zanahorias en la localidad de Santa Rosa de Calchines- se contactaron con investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) para buscar una solución al asunto.

La idea que surgió fue crear una planta que permita reciclar los desechos de la hortaliza en biocombustibles y suplementos dietarios.

El primer paso que dieron los investigadores fue estudiar la composición de la zanahoria.

“Esta hortaliza está compuesta en un ochenta por ciento de agua, pero si seguimos en orden decreciente aparecen los azúcares -casi su totalidad fermentables y posibles de transformar en alcohol-, luego las fibras y los carotenos”, señala Juan Carlos Yori, doctor en Ciencias Químicas del CONICET que trabaja en el Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica (INCAPE).

Con esa información, en 2014 idearon una planta para producir bioetanol, fibras y colorantes naturales a partir del descarte.

Primero la construyeron a escala de laboratorio y luego, en septiembre de 2018, la inauguraron como planta piloto, con capacidad para procesar dos toneladas de descarte por día.

Tal como explicaron los investigadores que lo idearon, los azúcares presentes en la zanahoria tienen la característica de ser en su totalidad fermentables, por lo que pueden transformarse en bioetanol de segunda generación, útil para la industria de los combustibles, bebidas, farmacopea, perfumería, entre otras aplicaciones.

Y el biocombustible producido en la planta piloto se utiliza como solvente de extracción para obtener otros bioproductos: fibras dietarias y carotenos.

Las fibras dietarias y los carotenos obtenidos, en tanto, demandan una etapa de refinamiento y adecuación de sus propiedades para poder utilizarlos como aditivos para la preparación de alimentos funcionales o suplementos dietarios.

“En esta etapa pudimos llevar los subproductos a una fase de utilización en alimentos y en la forma de suplementos dietarios.

Teníamos un precipitado con caroteno (colorante natural) que debimos emulsionar para presentarlo como los productos (colorantes) que compra un panadero o la fábrica de pastas.

También probamos la incorporación de la fibra en la fabricación de chorizos, hamburguesas y fiambres.

Y en lo que respecta a quesos y yogures, lo hicimos en colaboración con el INLAIN (CONICET-UNL)”, explicó Yori.

Hoy, la planta piloto ya genera colorante natural, cápsulas y comprimidos de fibra dietaria para consumo personal y fibra empaquetada para incorporar en la producción de alimentos.

En cuanto a la rentabilidad, si bien el objetivo inicial de la planta piloto era recuperar los costos de lo que el productor pierde con el descarte de la zanahoria, los resultados fueron más allá.

Hay que tener en cuenta que el costo de las semillas, siembra, laboreo, riego, plaguicidas y cosecha es de mil dólares por hectárea, y con los descartes, de cada tres hectáreas sembradas de zanahoria, el productor pierde una.

Con la planta industrial, cada cien toneladas de zanahoria -que es lo que se cosecha en una hectárea aproximadamente de acuerdo a la variedad- pueden producirse cinco mil litros de alcohol (con un precio de un dólar por litro), veinte kilos de caroteno (que se importan a un precio de entre setecientos cincuenta y mil dólares por kilo) y tres mil kilos de fibra (que se importa a quince dólares el kilo), lo que la hace mucho más rentable de lo pensado.

Los investigadores que idearon esta solución pertenecen al Grupo de Valorización de Descartes Agroindustriales (GVDA), formado por investigadores del INCAPE, eI Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC) y la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

“En lo que respecta a la planta industrial de aprovechamiento de descartes de zanahoria, se terminó el plan de negocios del proyecto y está en evaluación de dos posibles inversores”, señaló por su parte Débora Manuale, investigadora del CONICET que pertenece al GVDA.

El Grupo de Valorización de Descartes Agroindustriales (GVDA) está conformado por Juan Carlos Yori, Pablo Torresi y Debora Manuale, investigadores del Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica “Ing. José Miguel Parera” (INCAPE, CONICET-UNL); Enrique Mammarella, investigador del Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC, CONICET-UNL); José Saturnino Molli y Daniel Cardell, Personal de Apoyo del CONICET; Gerardo Torres, docente-investigador de la Universidad Nacional del Litoral (UNL); y Adriana Clementz (becaria CONICET-IPROBYQ Rosario), quien realizó sus estudios de doctorado en el INCAPE.

conicet


martes, 22 de enero de 2019

Biotina - Una enemiga para los analisis hormonales


Crédito: Fares Taie Biotecnología

Científicos alertan que tomar dosis altas de suplementos con esa vitamina pueden “crear” problemas de tiroides que en realidad no existen.

Con la promesa de aumentar la energía, evitar metabolismos lentos, combatir la caída de cabello, fortalecer las uñas quebradizas y mejorar la piel seca, los suplementos de biotina han ganado un lugar en el botiquín de muchas personas.

Sin embargo, los especialistas advierten que altas dosis del nutriente pueden interferir con la medición de algunas hormonas de la tiroides.

En noviembre de 2017, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) advirtió en un comunicado que tomar suplementos de biotina puede alterar significativamente los resultados de las pruebas de laboratorio.

La razón es sencilla: la biotina también forma parte de los reactivos usados para llevar a cabo los análisis hormonales.

La biotina, popular como “fuente de vitalidad”, pertenece al grupo de las vitaminas B (se la conoce también como B7) y es necesaria para la actividad de ciertas enzimas del cuerpo.

Los síntomas de la deficiencia incluyen dermatitis, conjuntivitis, caída del cabello y alteraciones del sistema nervioso central como letargia, depresión, alucinaciones y parestesia.

Aunque se requiere una dosis diaria muy pequeña, de 30 microgramos en adultos, y se la puede encontrar en muchos alimentos, como hígado, huevos, nueces, batatas y hamburguesas, en los últimos tiempos se han popularizado suplementos de biotina que contienen hasta 10.000 microgramos por cápsula: más de 300 veces la dosis necesaria.

El doctor Giuseppe Barbesino, endocrinólogo en el Hospital General de Massachussetts, Estados Unidos, alertó sobre el tema en el sitio “Clinical Laboratory News”.

“Antes de interpretar los resultados de los análisis, la FDA incentiva a los médicos a preguntarle a los pacientes si tomaron biotina”, recordó.

Conocer si el paciente consumió biotina al menos en los cinco días precedentes del análisis, resulta increíblemente importante para evitar falsos diagnósticos, como el hipertiroidismo.

La biotina no es usualmente un medicamento recetado, por lo cual los pacientes tienden a obviarlo cuando se los interroga sobre los medicamentos que consumen. Barbesino subrayó que “es importante que los médicos conozcan esta información”.

Se debe hacer la distinción entre el aporte de los suplementos de biotina y los multivitamínicos, explicó Barbesino, ya que en estos últimos los niveles de biotina son más bajos y es muy improbable que generen ninguna interferencia.

“Hay suplementos de biotina específicos que se compran con la intención de consumirla en dosis altas.

Se han vuelto muy populares para personas preocupadas por la debilidad en cabello y uñas.

Esos son los suplementos con los cuales hay que tener precaución”, enfatizó.

Al ser una vitamina hidrosoluble, el exceso de biotina se elimina por orina y no resulta tóxico.

Pero las pruebas de laboratorio pueden verse afectadas, por lo que Barbesino recomendó interrumpir la toma de suplementos de biotina unas 24 a 48 horas previas a la toma de muestra de sangre.

Por Gabriela Mendicoa
AgenciaCyTA-Instituto Leloir