Crédito: Thinkstock (MARS)
Altas dosis de productos derivados del aceite de pescado durante seis meses posteriores a un infarto reducen las cicatrices en el músculo cardíaco y refuerzan la capacidad de bombear sangre.
Los suplementos con ácidos grasos omega 3 favorecen la curación del corazón tras un infarto, de acuerdo con un nuevo estudio.
Altas dosis de productos derivados del aceite de pescado durante seis meses posteriores a un infarto reducen las cicatrices en el músculo cardíaco y refuerzan la capacidad de bombear sangre.
"Los ácidos grasos omega 3 se estudian desde hace décadas y tienen un beneficio directo en el corazón", dijo el autor principal, doctor Raymond Y. Kwong, director del Servicio de Imágenes Cardíacas por Resonancia Magnética del Hospital de Brigham y las Mujeres, Boston.
Pero dos estudios sobre el uso de aceite de pescado en sobrevivientes a un infarto habían obtenido resultados contradictorios.
En uno, los suplementos habían disminuido el riesgo de morir, no así en el otro.
En ambos casos, la dosis era 1 gramo/día.
Ahora, al azar, 360 sobrevivientes comenzaron a usar los suplementos o un placebo (aceite de maíz) dentro de los 30 días posteriores al infarto durante seis meses.
Los usuarios de los omega 3 ingirieron una dosis cuatro veces mayor que en los dos estudios previos: cápsulas con 4 gramos/día de Lovaza, un aceite de pescado de venta con receta, o el placebo.
Todos los participantes recibieron información para mejorar el estilo de vida y médicos monitorearon que los suplementos no interactuaran negativamente con cualquier otro fármaco.
Se les hicieron resonancias magnéticas antes de comenzar a utilizar las cápsulas y a los seis meses, según publica el equipo en Circulation.
A los seis meses, el uso del aceite de pescado había reducido la fibrosis (engrosamiento y cicatrización) del músculo cardíaco en la zona del infarto respecto del placebo.
Lo mismo ocurrió con la acumulación de sangre en el ventrículo izquierdo después de la contracción completa del músculo cardíaco, lo que indica que el corazón bombea sangre de manera más eficiente.
Algunos organismos absorben y utilizan mejor el aceite de pescado, mientras que las personas que en el estudio lograron los mayores valores de omega 3 en los glóbulos rojos registraron un 13 por ciento menos de sangre acumulada en el ventrículo izquierdo, con respecto al 6 por ciento promedio en todo ese grupo.
Por Kathryn Doyle,
Reuters Health
scientificamerican.com